Bienvenido a Roots Food Group, donde nos adentramos en el mundo de las comidas saludables y deliciosas. Hoy compartimos una receta que personifica la comodidad y la sencillez: la sopa de tomate y albahaca. Este plato no es solo una sopa; es un cálido abrazo en un bol, que combina la dulzura ácida de los tomates con la aromática frescura de la albahaca. Explore la receta y descubra la historia, los beneficios y la importancia cultural de esta querida sopa.
La historia detrás del plato
La sopa de tomate y albahaca tiene sus raíces en la cocina mediterránea y encarna el amor de la región por los ingredientes frescos de temporada. Los tomates y la albahaca, ingredientes básicos de la cocina mediterránea, crean una mezcla armoniosa que se ha saboreado de diversas formas en todas las culturas. Esta sopa, en esencia, es una celebración de la sencillez y el sabor, y demuestra cómo unos pocos ingredientes de calidad pueden crear un plato profundamente satisfactorio.
Prestaciones
Esta sopa no solo es reconfortante, sino que también está repleta de beneficios nutricionales. Los tomates son ricos en vitaminas C y K, potasio y licopeno, un antioxidante relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer. La albahaca tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, y agregar frijoles agrega fibra y proteína, lo que hace que la sopa sea más abundante y nutritiva.
Significado cultural
La sopa de tomate y albahaca es un testimonio del arte de combinar ingredientes simples para crear un plato mejor que la suma de sus partes. Refleja una tradición culinaria que valora la frescura, la estacionalidad y la alegría de compartir una comida reconfortante. Ya sea que se disfrute como un almuerzo ligero, un aperitivo o un plato principal para la cena, esta sopa ofrece el sabor de casa, sin importar en qué parte del mundo se encuentre.
La receta
Ingredientes
• 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
• 1 cebolla mediana (picada)
• 2 cucharadas soperas de pasta de tomate
• 2 libras de tomates (sin corazón y picados)
• 2 tazas de caldo de verduras o pollo
• 1⁄2 taza de cannellini o frijoles blancos (enjuagados y escurridos)
• 2 cucharadas soperas de mantequilla sin sal (cortada en unos cuantos trozos)
• 3 cucharadas de albahaca seca o, si está fresca, use de 10 a 15 hojas de albahaca
• 1 cucharadita de azúcar moreno — puede sustituir al azúcar blanco
• Sal y pimienta al gusto
Direcciones
Paso 1: En un horno holandés o en una olla sopera, calienta el aceite de oliva a fuego medio hasta que brille. Agregue la cebolla, la sal y la pimienta y revuelva de vez en cuando hasta que las cebollas estén transparentes, aproximadamente
De 7 a 10 minutos.
Paso 2: Agregue la pasta de tomate y revuelva hasta que esté fragante, aproximadamente 30 segundos.
Paso 3: Agregue los tomates y el caldo y revuelva constantemente para
30 minutos aumentando la temperatura a fuego medio-alto. Ajusta el fuego para mantener un hervor suave.
Paso 4: Retira la olla del fuego y deja enfriar de 5 a 10 minutos.
Paso 5: Transfiera con cuidado la mezcla a una licuadora o procesador de alimentos, asegurándose de no llenar más allá de la línea de llenado máximo (mezcle en tandas si es necesario). Agregue los frijoles, la mantequilla, el azúcar y más pimienta si es necesario. Asegure, apriete y mezcle hasta que quede suave.
Paso 6: Agregue la albahaca y pulse durante 15 segundos más.
Paso 7: Si es necesario, ajusta la sazón y el sabor añadiendo más azúcar, sal o pimienta.
En conclusión, la sopa de tomate y albahaca es un plato clásico que atrae a muchos debido a sus sabores reconfortantes, su facilidad de preparación y su valor nutricional. Es una receta versátil que se puede adaptar a cualquier estación u ocasión, lo que la convierte en una de las favoritas atemporales del mundo culinario.
Búsquedas relacionadas
- Recetas saludables de sopa de tomate
- Usar albahaca fresca para cocinar
- Recetas de frijoles cannellini
- Caldo de verduras casero
- Consejos para congelar sopas